Hace poco mi mamá me contó un breve cuento que ella le leyó a sus estudiantes en el colegio, y dice:
Había una vez una abuelita que todos los días sacaba a su nieto al parque a jugar, siempre que salían el niño jugaba mientras la abuelita se sentaba a llorar, y así era todos los días, ella lloraba y lloraba, sin nadie conocer el por que...Un día un señor que ya había notado esto, se acerco y sin más le pregunto por que lloraba todos los días, ella le contesto :-Es que pienso que cuando mi nieto esté más grande se subirá en ese árbol y se caerá y se partirá una pierna-. El Señor quedó asombrado con la respuesta.... La moraleja de esta historia es muy simple: A veces pasamos tiempo imaginándonos un futuro que aún no existe y gozamos o sufrimos por él, dejando a un lado el disfrutar del presente en él que si estamos; así que para evitar ilusiones, sufrimiento y demás sentimientos por sucesos que aún no han ocurrido, es mejor y más sencillo vivir un DÍA A LA VEZ!!
Este relato trae a mi mente un discurso del Elder D. Todd Christofferson en un devocional del SEI, del cual hoy quiero dejar algunos apartes en esta entrada:
Y él dice....
" Un libro que leí hace poco, titulado Lone Survivor [El sobreviviente solitario], narra la trágica historia de un equipo de cuatro hombres de las fuerzas especiales de la Marina de los Estados Unidos que estaban en una misión secreta en un sector remoto de Afganistán hace cinco años. Cuando unos pastores, dos hombres y un niño, los descubrieron involuntariamente, estos militares bien entrenados tenían la opción de matarlos o dejarlos ir; sabiendo que si los dejaban vivir, revelarían la ubicación del equipo y serían atacados de inmediato por las fuerzas de Al Qaeda y los talibanes. No obstante, dejaron ir a los inocentes pastores, y en el tiroteo que siguió, sólo el autor, Marcus Luttrell, sobrevivió contra más de 100 atacantes.
En su libro, Luttrell relata el entrenamiento extremo y la resistencia necesaria para calificar para las fuerzas especiales de la Marina de los Estados Unidos. En el grupo de Luttrell, por ejemplo, de los 164 hombres que comenzaron, sólo 32 terminaron el entrenamiento; resistieron semanas de esfuerzo físico casi constante, dentro y fuera del agua fría del océano; nadaron, remaron y cargaron botes inflables, corrieron por la arena, hicieron cientos de flexiones y extensiones de codo al día, llevaron troncos entre obstáculos, etc. Estaban en un estado de agotamiento casi permanente.
Me impresionó algo que un oficial de alto rango dijo al grupo al comenzar la fase final y más exigente del entrenamiento.
“Primero que nada”, dijo, “no quiero que cedan a la presión del momento. Cuando estén realmente sufriendo, simplemente aguanten, acaben el día. Entonces, si aún se sienten mal, piénsenlo largo y tendido antes de que decidan retirarse. Segundo, tómenlo un día a la vez. Una [fase] a la vez.“No dejen que sus pensamientos se precipiten, no empiecen a planear irse porque les preocupa el futuro y lo que podrán aguantar. No piensen en el dolor del mañana. Sólo vivan el día, y tendrán una maravillosa carrera por delante”Por lo general, es bueno tratar de anticipar lo que viene y prepararse para afrontarlo. A veces, sin embargo, el consejo de este capitán es sabio: “Tómenlo un día a la vez … No piensen en el dolor del mañana. Sólo vivan el día”. Preocuparse por lo que viene o pudiera venir, puede resultar debilitante; puede paralizarnos y hacernos desistir.
"Pedir a Dios nuestro pan de cada día, en lugar del pan semanal, mensual o anual, es también una manera de centrarse en las partes más pequeñas y manejables de un problema. Para atender algo muy grande, quizás tengamos que tomarlo en pequeños bocados diarios. A veces todo lo que podemos manejar es un día (o parte de un día) a la vez.
....no minimizo en modo alguno la importancia de pensar y planificar con antelación. Una planificación y preparación cuidadosas son la clave para un futuro gratificante; pero no vivimos en el futuro, vivimos en el presente. Es en el día a día que concretamos nuestros planes para el futuro; es con el día a día que alcanzamos nuestras metas. Es un día a la vez que criamos y cuidamos a nuestra familia. Es un día a la vez que superamos nuestras imperfecciones. Perseveramos en la fe hasta el fin un día a la vez. Es la acumulación de muchos días bien vividos lo que resulta en una vida plena y una persona santa."***
Así que sigamos el consejo del Elder Christofferson, tomemos un día a la vez vivamos lo como si fuera el último, y así disfrutaremos mucho más cada día, haremos las cosas de corazón y le daremos prioridad a lo que es realmente importante; Jesucristo mismo nos los enseño "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán por sus propias cosas. Basta el día para su propio mal."3 Nefi 13:34.
Recordemos Un día a la vez es mucho más sencillo!!!
Si desean disfrutar del discruso completo viendolo, escuchandolo, o leyendolo , hagan click aquí http://www.lds.org/broadcasts/article/ces-devotionals/2011/01/give-us-this-day-our-daily-bread?lang=spa
SI pensamos pensamos mucho en el futuro tendremos muchos ayeres vacios... 831
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