NUESTRO REFINADO HOGAR- ÉLDER DOUGLAS L. CALLISTER
Si pudiéramos abrir el velo y observar nuestro hogar celestial, quedaríamos impresionados por el intelecto y el corazón de los que allí moran con tanto gozo. Me imagino que nuestros Padres Celestiales son exquisitamente refinados.
El presidente Brigham Young (1801–1877) dijo: “Estamos tratando de ser como los que viven en el cielo, de seguir su modelo, de parecernos a ellos, de movernos y hablar como ellos”.
El élder Douglas nos da varios aspectos para refinar en nuestra vida:
1. El lenguaje:
Dios habla todos los idiomas, y los habla correctamente; Él es sencillo y modesto para expresarse. Cuando describió el grandioso proceso creativo de esta tierra, dijo con tonos mesurados “que era bueno” (Génesis 1).
Nuestra manera de hablar revela nuestros pensamientos, virtudes, inseguridades y dudas, incluso el hogar del cual provenimos. Si hemos desarrollado el hábito de hablar correctamente, nos sentiremos más cómodos en presencia de nuestro Padre Celestial.
El refinamiento en el habla va más allá de ser un enunciado elegante: es el resultado de la pureza de pensamiento y de la sinceridad de expresión. Es posible que, de cuando en cuando, la oración de un niño refleje más y mejor el lenguaje de los cielos que un discurso de Shakespeare.
El refinamiento en la forma de hablar no sólo se refleja en las palabras que se usen sino también en los temas que se traten. Hay personas que siempre hablan de sí mismas; son los inseguros y los orgullosos. Hay algunos que siempre hablan de los demás; ésos, por lo general, son aburridos. Y hay otros que se refieren a ideas interesantes, libros excelentes y doctrina inspirada; éstos son los pocos que dejan su marca en este mundo. Los temas que se tratan en los cielos no son triviales ni mundanos, sino sublimes más allá de lo máximo que podamos imaginar.
2. La literatura
No sé si nuestro hogar celestial tiene un televisor o un reproductor de DVD, pero con la imaginación veo que seguramente tiene un piano de cola y una magnífica biblioteca. En el hogar paterno del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) había una excelente; no era una casa ostentosa, pero la biblioteca contenía unos mil tomos de la mejor literatura del mundo, y el presidente Hinckley pasó sus primeros años hundido en esos libros. Sin embargo, para ser educado, no es necesario poseer colecciones literarias caras, porque los buenos libros están disponibles para ricos y pobres por igual en las bibliotecas públicas del mundo.
El presidente McKay hizo este comentario: “Lo mismo que sucede en la selección de compañeros sucede con los libros: podemos elegir los que nos hagan ser mejores, más inteligentes, que nos ayuden a apreciar más lo bueno y lo hermoso del mundo, o podemos escoger lo sucio, lo vulgar, lo obsceno, que nos haga sentir como si estuviéramos revolcándonos en el barro”.
3. La Música
Si una persona crece comiendo continuamente hamburguesas y papas fritas, no es probable que se convierta en un gastrónomo, pero la falta no radica en la buena comida, sino en la realidad de que creció alimentándose con algo inferior. Hay personas que han crecido con una dieta continua de papas fritas musicales.
Éste sería un buen momento para revisar su colección musical y elegir principalmente lo que les eleve e inspire; es parte del proceso de maduración en su jornada eterna. También sería un buen momento para aprender a tocar un instrumento musical o de mejorar la habilidad que tengan para la música, aunque por ahora sea parcial.
En la vida hay sucesos tan sublimes que no es posible imaginarlos sin el acompañamiento de música hermosa. No podríamos tener la Navidad sin villancicos ni la conferencia general sin los himnos sagrados. Y no podría existir un cielo sin música de incomparable belleza. El presidente Young dijo: “En el infierno no hay música porque toda la buena música es del cielo” . Sólo el hecho de ir al infierno donde no se oiga ni una nota musical por toda la eternidad sería bastante castigo.
4. Arte, apariencia y actitud
Lo que he dicho de introducir en nuestro hogar lenguaje, literatura y música refinados se puede aplicar igualmente a otras ramas de las bellas artes que quizás se exhiban con buen gusto en nuestro hogar celestial. Se aplica también a nuestra apariencia física y nuestros modales, al orden que haya en nuestro hogar, a la manera de ofrecer oraciones y a la forma en que leamos la palabra de Dios.
No debemos permitirnos la dejadez en nuestra apariencia ni llegar a ser tan descuidados, incluso desaliñados, que nos alejemos de la hermosura que el cielo nos ha concedido.
El presidente Joseph F. Smith (1838–1918), sexto Presidente de la Iglesia, poseía pocas cosas pero las cuidaba bien. Era meticuloso en su apariencia; planchaba los billetes de dólar para quitarles las arrugas; no permitía que nadie le preparara el bolso de viaje, sino que lo hacía él mismo. Además, sabía donde estaba cada uno de los artículos, tuercas y tornillos en su casa, y cada cosa tenía su lugar.
¿Se aplica esto al ambiente en el cual viven ustedes? ¿Es una casa de orden? ¿Tendrían que quitar el polvo, limpiar y arreglar antes de invitar a su hogar al Espíritu del Señor? El presidente Lorenzo Snow (1814–1901) dijo: “El Señor no quiere que los santos vivan siempre en chozas o cavernas de la tierra; lo que desea es que edifiquen casas buenas. Cuando Él venga, no espera encontrar a gente sucia, sino a personas refinadas”.
David Starr Jordan, que fue Presidente de la Universidad Stanford, escribió esto: “El ser ordinario implica hacer aquello que no sea lo mejor dentro de su categoría. Es tener actividades inferiores de maneras inferiores, y estar satisfecho con eso… Es ordinario el hecho de usar ropa sucia cuando no se está haciendo una tarea sucia; es ordinario el gusto por la música inferior, por los libros livianos, por los periódicos sensacionalistas… el hallar diversión en novelas sucias, disfrutar de obras teatrales de mal gusto, sentir placer en los chistes ordinarios”.
Uno de los propósitos de nuestra probación terrenal es llegar a ser como nuestros padres celestiales en todo aspecto, de manera que nos sintamos cómodos en Su presencia. "
Ahora queremos compartirles dos vídeos del famoso japoneses Yokoi Kenji, en donde él menciona otros aspectos en los cuales también deberíamos refinarnos, ojala puedan ver los vídeos completos, son buenísimos:
1. "La DISCIPLINA vencerá a la inteligencia"... "La DISCIPLINA es el secreto del éxito"
2. Ser pacíficos, no estar predispuestos con los demás, y el éxito requiere paciencia.
Entonces recordemos y esforcémonos por ser lo más refinados que podamos :
"Uno de los propósitos de nuestra probación terrenal es llegar a ser como nuestros padres celestiales en todo aspecto, de manera que nos sintamos cómodos en Su presencia." Elder Douglas.