No se si les suele pasar, que cuando recibimos un llamamiento nuevo, nos encontramos llenos de expectativas, ideas, emociones y sobre todo de deseos de empezar a trabajar con toda nuestra "..alma, corazón, mente y fuerza".. pero durante el transcurso de ese trabajo y servicio a Dios y a los demás, las cosas no se tornan tan fáciles, las ideas no surgen como lo planeamos y nos empezamos a llenar de frustraciones, cansancio y desanimo... Así era como me sentía hace algunas semanas atrás!, y hoy quiero compartirles una historia que leí y que me lleno de consuelo y deseos de seguir adelante con el llamamiento que Dios confió en mi. Espero que también pueda llenar de esperanzas y fuerzas a los que en estos momentos se sienten así:
"Un obispo de la República Dominicana ejemplificó eso. Después de una reunión sacramental, un nuevo converso le dijo: “Obispo, he observado que los miembros de esta Iglesia siempre leen un libro cuando cantan. Yo deseo hacer lo mismo. Leen un libro en la clase de la Escuela Dominical. Yo deseo hacer lo mismo”. Entonces, bajando la voz, el hermano le dijo: “Obispo, deseo ser un buen miembro; deseo realizar la obra del Señor; pero no se leer. )Habrá alguien que me pueda enseñar?”
“Desde luego que si”, le dijo el obispo, tras lo cual se puso a pensar en quien podría ser. esa persona; y se encontró diciéndole: “Yo le enseñaré a leer”.
Durante muchos meses, ese nuevo converso y su esposa se reunieron semanalmente con el obispo, y aprendieron a leer usando las Escrituras. Cabe indicar que ese era un obispo muy ocupado, como todos los obispos. El pudo haber delegado la responsabilidad, pero el Espíritu le insto a realizar el mismo esa tarea. Se hicieron amigos en el evangelio al estudiar juntos. Al cabo de dos años, el obispo fue relevado y llamaron a otro hermano al cargo. El nuevo obispo fue el hermano al que el antiguo obispo había enseñado a leer usando para ello las Escrituras. Aquel obispo emprendió la tarea de enseñar a sus amigos a leer el mensaje del evangelio y, al hacerlo, les enseñó a vivirlo. Pudo ese obispo haber visto el resultado de su obra cuando la comenzó? Cuan a menudo también nosotros seguimos las enseñanzas del Señor y, al hacerlo, influimos en lo eterno? " -Anda Conmigo
Ojala pudiésemos adelantar el tiempo y ver el resultado de todo lo que hacemos, y saltarnos esta parte de frustración y desánimo que a veces sentimos al ver que las cosas no resultan como lo pensamos;Pero si eso fuera posible perderíamos todo el aprendizaje que traen consigo esos sentimientos, y lo más seguro es que no sentiríamos el mismo gozo al ver el resultado si las cosas no se hubiesen puesto difíciles... " porque es preciso que haya una oposición en todas las cosas." "porque si nunca tuviesen lo amargo, no podrían conocer lo dulce."
Así que el llamado es a no cansarnos, a seguir adelante por más difícil que la situación se ponga, y al final contemplaremos con gozo el resultado de nuestro trabajo.