Existe un tema que a nivel mundial es de vital importancia, un tema que es el deseo de muchos pero el logro de unos pocos, un tema del que por estos días se habla mucho, el tema de la PAZ, la anhelada PAZ.
Encontré este discurso del Elder Dallin H. Oaks titulado "LA PAZ MUNDIAL", y hoy quiero compartir algunos extractos, que nos enseñan la verdadera formula para lograr la paz en el mundo entero:
Así que la formula es sencilla, sí cada uno cumple con los mandamientos de Dios, contribuirá en gran manera al desarrollo de la paz que todos queremos; depende de TODOS nosotros!
"Todos nosotros debemos ocuparnos de ‘la paz’”, pero, ¿qué es la paz y cómo la encontramos?
Muchos piensan que la paz es el resultado lógico de la ausencia de guerras. Todos queremos esa clase de paz. Se proclama en canciones y en carteles.Mucha gente quiere lograr la paz oponiéndose a la guerra. Quieren leyes y tratados para abolir la guerra, forzar el desarmamento o reducir las Fuerzas Armadas.
Esos métodos pueden reducir el costo y la probabilidad de que haya guerras, pero oponerse a las guerras no asegura la paz, porque la verdadera paz es algo más.
Las bendiciones del evangelio son universales y también lo es la fórmula para obtener la paz: es preciso obedecer los mandamientos de Dios. Las guerras y los conflictos son resultado de la iniquidad; la paz es el producto de la bondad.
Por ahora, tenemos guerras y conflictos y todos ellos están arraigados en la violación de los mandamientos de Dios.
Cuando una nación se gobierna de acuerdo con la voz del pueblo, sus acciones reflejaran tanto la bondad como la maldad del pueblo.
No podemos tener paz entre las naciones si el pueblo que las compone no es digno y justo.
“Eso me hace tanto a más como a todos ustedes individualmente responsables de la paz mundial, responsabilidad que no puede delegarse a otra persona ni ser arrojada sobre los hombros del gobierno ni de ninguna otra organización que tenga autoridad.”John A. Widtsoe
Si las personas no son básicamente buenas en su tratamiento unos de otros, nunca lograremos la paz mundial. La ambición, el odio o el deseo de poderío de una nación sobre otra es simplemente un reflejo de la ambición, el odio y el egoísmo de las personas que la componen.
Del mismo modo, cada persona favorece la causa de la paz mundial cuando guarda los mandamientos de Dios y vive en paz con sus familiares y vecinos.
El Salvador y sus Apóstoles no contaban con un método para lograr la paz mundial que no fuera la dignidad personal. No se opusieron al gobierno de Roma ni al de sus tiranos en Israel. Predicaron la integridad individual y enseñaron que los hijos de Dios debían amar a sus enemigos (véase Mateo 5:44) y estar “en paz con todos los hombres” (Romanos 12:18).
¿Qué puede hacer una sola persona para promover la paz mundial? La respuesta es sencilla: Cumplir los mandamientos de Dios y servir a Sus hijos.
Los que tal vez tengan mas influencia que nadie son los padres fieles. Los peores crímenes en contra de la humanidad fueron cometidos por personas que habían sido traumadas por los pecados de otras personas, a menudo sus propios padres o guardianes. Los padres que crían con amor a sus hijos y a los de otros y les enseñan a ser dignos contribuyen a la paz mundial.
Este es nuestro método, y la salvación y la paz para toda la humanidad es nuestra meta.
Jesucristo es nuestro Salvador. El nos ha enseñado cómo debemos vivir. Si seguimos sus mandamientos y tenemos buena voluntad hacia todos, tendremos paz en la tierra."
Elder Dallin H. Oaks
Así que la formula es sencilla, sí cada uno cumple con los mandamientos de Dios, contribuirá en gran manera al desarrollo de la paz que todos queremos; depende de TODOS nosotros!
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